Se desposan mis deseos y frialdad.
El arquitecto de mis pasos cayó rendido luego de tantos círculos retadores,
resuena el momento preciso en que tus pies se encontraron con mi parodia y terminaron en el acto estelar de mis palabras.
Maneja mis intenciones, que por lo demás, son temerosas.
Falsifica las dudas que nadan en tus pensamientos
Luego de algunos roces,
caricias asimétricas, y tactos húmedos
podemos dejar los jardines de promesas,
dedicarnos a la experiencia de trascender mundos perpendiculares.
Queriendo quererte en el sabor de mis desayunos,
en la complejidad de mis almuerzos y la calidez de mis cenas.