Algunas veces,
siento que se me desvanece el cuerpo;
la
boca se me va de lado,
el cabello se desprende mientras camino.
Van
cayendo gotas de mis ojos cuando intento dormir,
se van colgando las palabras.
No me interesa guardar la tristeza en el morral,
no me
preocupa que los perros vayan detrás de retazos de preguntas.