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domingo, 13 de mayo de 2012

23 minutos

Siempre consiente mis lunas excitadas,
conoce mi mirada; la forma de acercarme a sus piernas; 
el gesto de mis labios; el cambio de mi voz. 
Conoce mis límites y fronteras, 
hasta donde puede llegar mi corazón.

Culmina dejando mi horizonte blanco, húmedo.
le da calor a mi alma.

Me hace el amor y me convierte en el,
vienen de nuevo esos ataques, mis piernas tiemblan y mi mirada se nubla, los libros dicen que son orgasmos múltiples, yo digo que son flagelaciones a mi ego de no quererlo lejos.  


El agraciado accesorio de mi cama

Perdía la cabeza con esos labios,
su piel parecía un manjar para mi lengua. 
No podía mirarle sin sonreír.

Con cada roce deseaba que esas manos vinieran por mí,
Y vinieron; una y otra vez en la misma noche, en el mismo lugar, con diferentes sentimientos murmurados en gemidos.
Ele allí abrazando mi almohada, 
soñando en mis sabanas coloreadas.
Fue una noche bastante extraña por lo demás, 
conocí hasta su lunar más perfecto, lo imperfecto quedó en la despedida.

Tomó mis manos y las privó para continuar el desenfreno, 
se llevó el aroma de mis pezones en elegantes movimientos y absorbió todo el calor de mi vientre mientras escuchaba mi voz.  
Sonrisas iban y venían; 
la picardía de las estrellas se había estacionado en la tenue luz que nos acompañaba. 

Perdí la noción de donde estaba mi boca, mi cabello; mis piernas.
Gotas de sudor corrían por su espalda y flotaban en mi libido, 
su rostro mostraba la fascinación de mantenerme en el lugar y el momento adecuado para mostrarme el placer, su placer. 

Yo como pétalo en lago, permitía que moviera mi cuerpo al son de su deseo.
Pude haber fallecido en ese momento, pero vamos solo era sexo ¿no?
Nada que un espíritu egoísta e individualista como el tuyo no pudiese brindar.
Nada que no se pueda cambiar.

martes, 1 de mayo de 2012

¿Cuánto más?

Baje la guardia al mirar el espejo y ahora tengo el alma llena de piratas colonizando mi libre albedrío.