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lunes, 31 de octubre de 2011

Mi montaña rusa

Él me hablaba con la mirada, acariciaba mi expresión,
Llevaba mis manos a su mundo, 
mi boca en sus altibajos.

Le regalé el beso más lujurioso de mi espíritu,
tenía más de un musculo a mi favor. 
Saboreaba mi inocencia y yo me sumía a su placer.

Con un poco más de confianza le arrebaté un gemido,
me respondió exaltado, con un hálito solo comprendí: no te detengas.
Mi lengua pareció ser una nube que sostenía su respiración,
En mis labios la sensibilidad gritaba su nombre, tu nombre. 

Eres el deseo de mis mañanas, 
el corazón de mi orgullo y la palabra excitante de mi alma.

lunes, 10 de octubre de 2011

Taberna de CriSis


¿Ya viste danzando al corazón?
Se esgrima en los luceros, se divierte en los strippers del alcohol.
En este bodegón de luces bajas ya no se puede hablar en intimidad,
Van revoloteándose los órganos, ebrios, delirantes.
Bailan cercanamente, se mienten, se besan, se muerden, se lamen, se escupen, se golpean, se abrazan.
Continúa mirándome a mí, que las pupilas se contagian de gotitas cuando escuchas el murmullo de los lúgubres que duermen en la barra.
A esta hora deben estar por llegar los acreedores,
Hay que comenzar con las promesas para que no nos detengan en las habitaciones de desilusión.
Mis promesas te las diré al oído, quiero que se enmarquen en tus neuronas,
Así emiten más movimiento y quizás acompañen al corazón que se mueve en la pista desafiando al resto de órganos, jugando a ser verosímil en esta estufa de deseos.
…Ya este lugar está a reventar,
Amor, hoy quiero ser nitrógeno u oxígeno, argón, neón, helio, hidrógeno…
Hoy me quiero quedar contigo, desde el primer instante de tu inhalación profunda, dar un paseo por tu faringe y posarme en tu laringe para sentir la vibración de mi nombre.
Salgamos juntos de este lugar, nadie sabrá que nado en tu sangre,
Seguro los órganos nos perseguirán, los haremos toparse por todo el lugar.
Marchémonos antes de que comience a enfermar.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Inaugural


Tienes ese sabor determinado, el beso perfecto,
El huracán de deseos.
Cada botón que abres destella una eufonía con mi encanto.
Mi blusa tambalea cuando siente tus manos por mi cuello y te va llevando por la travesía de mi pecho, se va exhumando con tu lengua en mi regazo.
Vas explorando el camino en el que te orienta mi ombligo,
Te vas abriendo paso entre mis jeans ajustados y tus dedos efervescentes.

Me conduces, de la sed extrema, a un lago en el me pierdo buscando tu boca,
Quizás encontrar tus manos con las mías mientras transitan a mis senos.

Es ese juego impaciente en donde ambos desfilamos con nuestro traje natural;
Tienes la condición que paraliza mi mirada, tienes el olor que desemboca mi locura y el sabor que quiero inmortalizar.

Mi momento agraciado: cuando besas más allá de mis labios,
Dejas firme mis pezones y vas trascendiendo mi mente.
Me privas de pensar en algo más que no sea tu cuerpo sobre el mío, las palpitaciones que de mi corazón se transportan a todos mis órganos.
Interrumpes un momento, y estacionas tu mirada en el éxtasis de mi rostro y es cuando bailamos en las estrellas. Tú manejas y yo me pierdo en gemidos.

Te regalo todo mi oxigeno, me quebranto cuando, aún dentro de mí, te inclinas para robarme un beso… “dentro de mi” es lo más literal de todas estas palabras, lo sabes, así como mi lujuria y mis emociones lo saben también.

Que palabras se pueden escapar cuando arremetes contra mi capacidad de pensar,
“vente de nuevo, intrínsecamente en tu jugueteo”
Te sostengo con algo más que mis manos cuando estamos en la cima de esta montaña rusa, y que tus dientes marquen en mi espalda toda la euforia del instante.
Cuando tu corazón está por explotar llevas tus dedos a mi cabello, una caricia, por lo demás, hermosa y retumban las palabras:

Tus ojos…  siempre quiero verlos, son mi tesoro más preciado
Tu boca es como un rico chocolate que siempre quiero comer,
El mejor aderezo que he probado.
…y tu cuello…
Es el mejor amigo de mis labios y lengua.
A tus senos los deseo, son como dos tersos algodones que rozan mi cara y pecho.
Tus muslos, son mis más fieles cómplices y me muestra cual es el camino…

miércoles, 17 de agosto de 2011

Subliminal


Creí que podía manejar mis deseos,
Honrando tus besos, mi equivocación acepto.
Recuperando mi alma, solo alcancé a rozar su halito, pues desnuda e
Independiente escapó de mi ombligo y se
Sumergió por cada uno de tus lunares espaciales.
Tienes en tus gestos la potestad de llevarme fuera del universo,
Integrarme en la fisonomía de las estrellas que adornan tu espalda.
Alejarme del miedo de contener mis palabras,
Negando el desierto en mis ensueños.
Tú, puedes hacer que el amor se escape en un gemido,
Entrelazando mis fantasías con lo evidente de tu contacto.
Queriendo tu norte y sur, y el punto medio de
Unión para tu libido y mi imaginación.
Infieres el punto de mi satisfacción,
Encaminando tus dedos por mi contexto algodón.
Repites: mis ojos, mi boca, mi cuello, mis piernas…
Operas lo etéreo de mi simplicidad.
Muerde aún más vida, que es un itinerario descubrir los movimientos
Únicos de tu lengua.
Cuéntame cómo sientes tu corazón sobre mi pecho,
Hundiendo la frialdad de actos instintivos,
Obligando a la lógica a reconocer mis sentimientos.

Imagen: Ian Francis

miércoles, 3 de agosto de 2011

Replica a las sombras


Dejaré unos sueños aquí postrados,
Buscar conocer tus recuerdos, enmarcarlos en el ventanal de los anhelos.
Sabría ser tu primera palabra luego de un largo silencio;
En el mío, tu imagen sale a tomar un mojito cubano y baila abrazada a mi sonrisa, estremece mis conceptos.
Cuando inhalo tu exhalación comprendo la circunstancia de tu presencia,
Mi ego dormía cuando entraste,
¿Fue de noche o de día?
Mi cielo estaba sombrío,
Habían flores marchitas, la muerte fue mi vecina, mi mascota: luciérnaga… había desaparecido entre tantos libros.
Escapé de un tren en llamas y vagaba sin determinación.
¿Qué color le diste a mi sol?
Ahora las mañanas parecen ser miel, ¿sabes? Como tus ojos…
Y las noches con una luna mora, una luna voceada en tu pecho.
Y figuraste en las intenciones de mis pasos.
Edifiqué todos mis designios para generarle combustible a tu bienestar: todo un desván de herramientas a la orden de tu vida.
Solo probar hacerte feliz.

domingo, 24 de julio de 2011

Titular de prensa


“El color de las flores volcado en sus pasos”, pensó.
A los hombres de mucho trabajo les ceden pocas palabras,
A los hombres de mucho trabajo la soledad les viene en dosis recetadas por el amarillismo.
Pocas miradas fuera de los patrones, muchos actos sistematizados.
Está vez prefirió mirar las orquídeas,
Rió con gracia cuando la vio caer en una fosa de promesas: muchos la usan, pero aún más las desechan.
Detuvo su marcha para darle una mano tangente, real; algo apenada agradeció el gesto. Tenía retazos de poemas pegados en la espalda, del cabello le colgaban frases risueñas: “te prometo que nunca te dejaré”, “te prometo que jamás te olvidaré”, “te prometo que no habrá nadie como tú”…
A las mujeres las atropella la necesidad de promesas,
Las mujeres viven con una soledad antepuesta por su ideal real.
Por eso lloran a escondidas, por eso esconden la mirada.
Esta chica, algo fugaz, contrarrestaba la presión de los sentidos para enfocarlos en su aura: tenía el olor de fantasías secretas, esas que nunca se dicen por temor a la burla; mirada eterna: el cielo y el mar unidos, imagen que solo se recuerda puesto que ya observamos el mar de forma banal; su piel como la nube esponjosa, cuando nos atrevemos a mirar al cielo; su voz como hálito de ninfa, esa que añoramos cuando el miedo se vuelve en un monstruo terrícola; y, a que sabía? –pensaba.
Se bajaron un rato de la tierra para vengarse de la rutina, se contrarrestaron de las maquinas andantes que van de su trabajo a casa, a bares donde conocen cada adorno, incluyendo cada hombre, de caminos llenos de insufribles ladrones de vida.
Y se mantuvieron en su universo paralelo, en donde la felicidad se llama: vida.
Consumieron la fruta prohibida mientras eran sus propios dioses,
No pertenecían al número de un país, no llevaban el nombre de otros hombres,
No vestían a la moda, pues la moda era el vertedero trasero de su reino, podían mirarse aún con los ojos cerrados y entrar el uno a al otro como una canción que resuena en la cabeza y palpita el corazón, promoviendo la lujuria en un danza candente.
En definitiva se olvidaron del mundo que se olvida de ellos cuando no se trata de dinero, diversión, bienes materiales o ambición.
Pero los mundos paralelos tienen horario de moteles y acaban con una voz que te dice amablemente: ¡se acabó el tiempo!...
La nota de prensa de ese mismo mundo real, innegable y supuestamente efectivo expresaba al otro día:
“Muere pareja al caer de un quinceavo piso, los cuerpos fueron encontrados por un grupo de niños que manifestaron sentirse feliz por la sonrisa de los fallecidos. No se sabe la causa de muerte pero dos ancianos que pasaban por el lugar al momento de recoger la evidencia musitaron con añoranza: esa pareja consiguió el mérito del alma en un orgásmico amor”

jueves, 14 de julio de 2011

2011

Tocaban a la puerta de mis labios unos besos, ansiosos por salir, 
encaprichados con tu boca.
Yo los contenía con una cerveza a medio sorbo, pero revotaban al verte la sonrisa.
Tenías un “no sé qué” dejando enajenada mi atención.

Tal cual como caramelo en un mostrador, 
te saboreé con la primera mirada, 
me acerqué con la segunda y te llevé a la boca con la tercera.

Puedes concéntrate en mis pupilas, 
en el contorno de mi mentón, 
en la calidez de mis pómulos, pero pruébame sin permiso, con deseo y sin perdón

Le agradaste a mi suspiro, 
deformaste mi egoísmo en un cielo nítido.
 
Recibe este colectivo de objetivos encausados en tu nombre.

domingo, 19 de junio de 2011

¿Cuál es el nombre?

Podría estar en lo cierto, 
con suerte de cerveza verde mareada.

Me gusta su sonrisa, lo prefiero sin emboscadas.
Imaginarlo en mi vacío clandestino, en los bares de mis horas pesadas,
con sus labios en mi piel, quizás en un abrazo a media luz y sin sonata.

Tenía una historia para sus palabras,
tiene el don de retroalimentar el brillo en mi mirada.
 Silencia los grillos de otras historias con intenciones marcadas.

Un paseo por su espalda, 
una batalla en su lengua, el exilio de un gemido. 

¿Ahora?
Dime tu a donde vamos ahora.

sábado, 11 de junio de 2011

Isis de la noche

Danzaba libremente por la niebla, 
brazos abiertos para tocar al viento mientras se mecía por el espacio como ave de mil plumas negras como la noche.
La luna la gestaba en lagunas mientras crecía siendo arboles. 

Ella cuidaba la oscuridad de aquellas torres de madera y con voz de niña, 
espantaba moscas con lucido empeño. 

¿Y que deseaba en las mareas del tiempo? 
¿Qué lograba atraer en su danza sutil por las tinieblas del silencio? 

Vampira de nombre ancestral, 
dueña de los demonios vagantes, 
resucitada noche hecha mujer.

 La veían salir de los arboles los príncipes azules,
 huían pálidos escondiendo su arrogante aliento para las gansas del pantano. 
A esta súcuba no se le podía caer con cuentos de triunfos mitológicos pueblerinos; no.
Esta penumbra con sensual forma era leyenda prohibida, 

 Altiva amante, 
más bien pensaba en guerreros, hombre solitarios con cicatrices de tiempo en guerras, transeúntes sin miedos a cuentos múdanos, capaces de ser pasajeros en su marchar intrépido. 

Ella con tiempo sin tiempo, 
alma azabache ilustrada con estrellas.
Había aprendido a ser niña y resulto ser eterna. 


sábado, 7 de mayo de 2011

Es ésta melodía



Frecuentaba caminar en el espacio.
En la taciturna vía láctea.

Corría por la sabana, 
surcos de aire bloqueaban mi exhalación, 
entrabas a mis pulmones haciendo eco por todo mi cuerpo

Me desquitaré ésta noche,
 mis historias no serán mortales.